El edificio calle 11 con carrera 10a. con escaleras en madera y pintura gastada, ha sido por más de cincuenta años punto de referencia cuando se habla de bisutería. Gente de todas las clases sociales visitan a diario el lugar. Compran desde un par de aretes hechos en Ráquira hasta docenas de pulseras traídas de Taiwan.

Parece un gran bazar. Acosan al comprar, con expresiones como qué busca? Venga, aquí tenemos lo que usted quiere! Además, los propietarios de los locales buscan atraer a su clientela con la decoración: la mayoría a través de grandes vitrinas y otros que llegan al extremo de exhibir de arriba abajo, sartas de hebillas o pañoletas.

Aunque lo cierto es que muchos de ellos no necesitan de tanta bulla para atraer la atención del comprador. Las joyas , por ejemplo, se venden casi solas. Con un… pruébeselo sin ningún compromiso hacen que el cliente se enamore de lo que se está midiendo y se lo lleve.

Casa Editorial El Tiempo. (1992, 12 agosto). LA PAJARERA : UN NIDO DE FANTASÍA. El Tiempo. https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-177818